Cada cierto tiempo y de forma cíclica aparecen, tal vez de forma espontánea y desinteresada, noticias sobre la carencia de enfermeras en la sanidad española (ahora ya incluso en la mundial...) así como sobre el escaso poder de decisión que nuestro colectivo tiene en todos los niveles (gestor, asistencial, etc.)
Ya avanzamos hace unas semanas, que no sabemos muy bien cuántas hacen falta ni para qué, si luego no se les hace caso.
El para quién, eso lo tenemos algo más evidente. Más es más para todos: más cuotas colegiales con las que llenar los bolsillos, más afiliadas a sindicatos para defender a ingenuas enfermeras y ofrecer cursos "gratuitos", más demandantes en las bolsas de trabajo para poder usarlos como mano de obra dócil... y más paro (que no parece ser la preocupación de aquellos que claman por mayor número de enfermeras).
No seré yo quien diga que las plantillas de enfermería están sobradas. Ni mucho menos, eso lo sé yo que me dedico a la función asistencial y lo sabe cualquiera con dos ojos en la cara. Tampoco seré yo quien deje de reivindicar nuevas competencias y nuevos nichos de trabajo (y labor a la sociedad) como el de la enfermera en los colegios o institutos. Algo que llevo reclamando desde hace varios años.
Ahora bien, lo que no tiene ningún sentido (y creo que sólo pasa en Enfermería) es formar a miles y miles de alumnos universitarios a lo loco, algo que no es gratis ni para ellos ni para el Estado (10.000 euros al año por alumno, pulse y véalo) . Y el colmo es que esos enfermeros luego no tengan expectativa de trabajo más allá de un apocalipsis zombie o largarse al extranjero.
Por tanto, como venimos diciendo nosotros ( y nuestras abuelas: las gallinas que entran, por las que salen). O lo que es lo mismo: o aumentan las plantillas en serio para absorber las remesas de enfermeras que salen todos los años, o se ajusta el número de alumnos en las universidades para evitar malgastar tiempo, dinero (propio y ajeno) e ilusiones.
Ahora bien, y esto ya lo hemos explicado: no esperemos que nadie dé la cara por la profesión e intente arreglar este problema estructural. Antes bien, todos seguirán pensando en sus intereses y defenderán a viva voz la imperiosa necesidad de más y más y más enfermeras (y todo lo que a ellos les supone). aún a riesgo de ser pesado
La pregunta es ¿Quién va a meterse en semejante faena?
Como bien indican algunos compañeros, faltan referentes en la enfermería. Enfermeras a las que poner cara y nombre al hablar de asuntos como la investigación, la asistencia de alguna enfermedad o cuidado, o la gestión. Si miramos al colectivo de al lado y alguien nos pregunta que le recomendemos algún médico para tal o cual patología, o sobre alguien puntero en algún campo, seguro que sabremos decirle un par de nombres a nivel local o nacional. Con la enfermería no pasa, o sucede de forma inusual. Una enorme masa sobre la que sobresale una cabeza con (muy) poco pelo, y algún palmero o ratón encima de su trozo de queso.
Si grave es la carencia de liderazgo en la profesión dentro de ella, mucho más decisivo, es la que hay fuera de ella. Me refiero a quienes tienen el deber y obligación de representar al colectivo enfermero. La imagen de "la mesa de dos patas", Máximo y Aznar yendo al alimón a pedir no-se-sabe-muy-qué al ministro o consejero de turno, resulta ridícula, pues nadie les toma en serio: les han vuelto a engañar!!
Ya lo decía Voltaire, "si me engañas una vez la culpa es tuya, si me engañas dos veces, la culpa es mía". Para muestra, aquí la misiva con la que los presuntos estafados se desnudaron para todos y cada uno de los enfermeros colegiados españoles: la del SATSE y la del CGE (no se preocupen, es la misma).
Con prácticas que alientan el culto a la persona e inhiben su crítica, más propio de regímenes afortunadamente extintos. un respeto, por favor
Los problemas de la profesión lejos de arreglarse, siguen siendo los mismos de hace décadas, a los que hay que añadir la evidente falta de crédito institucional de la que adolece la profesión.
Ya lo comentábamos hace un año: "Tiene gracia que el Presidente del CGE sea un podólogo al que se le permita recetar sin traba alguna mientras que a los enfermeros a quienes representa no se les deje, en sus propias palabras, ni prescribir un paracetamol que cualquier ciudadano puede adquirir sin intermediario alguno. En Asturias, como somos así de simpáticos, tenemos a otro podólogo como Presidente de nuestro colegio." Lea el texto aquí: El desconcierto de Aranjuez
Si el futuro de la enfermería pasa por reivindicar cursos de prescripción para poder igualarnos a los podólogos, no podemos ser muy optimistas. Y que nuestro líder haya manifestado que la ocurrencia de los cursos será suprimida si es el problema para normalizar el asunto de la prescripción enfermera, eso nos hace temblar aún más. Mucho me temo que los cursos o "lo que se saquen de la manga" será aún más humillante.
Si además esos cursos sólo los puede impartir (y, no lo olvidemos, cobrar por ello) quienes han hecho de esta reclamación una cruzada personal, entonces directamente nos están llamando imbéciles.
Pero mientras usted lee esto, muchos de sus compañeros ni se plantean que pueda existir problema alguno más allá del cambio de turno.
Ya lo había advertido el organizador al lanzar las invitaciones: “el que no esté presente, será un acto de cobardía”. Oiga, ni chiquito de la calzada lo habría dicho con mayor gracia.
Así pues, y con una sola enfermera entre todos los miembros de la mesa, dió comienzo el esperado "debate".
A pesar de que se anunciaba la presencia de "los
principales representantes de la profesión en todos los ámbitos:
colegios provinciales, representantes sindicales, sociedades científicas
y decanos de universidad", la verdad es que hubo muchas, demasiadas, ausencias. El grupo Unidos-Podemos, ya había anunciado su rechazo a participar en la perfomance de la extraña pareja, a pesar del agravio de ser llamado cobarde, gallina y capitán de la sardina.
Al final quedó una mesa incompleta (considero lamentable la negativa a participar de Unidos Podemos), que se fue desmembrando con el devenir del acto, y un público VIP totalmente entregado a la causa (del CGE).
La verdad es que, tal vez por complejo provinciano, uno se esperaba un auditorio un poco más vistoso y amplio. Desconozco el dinero que cuesta y ha costado la sede del CGE (que también lo es de Enfermeras Para el Mundo y de la Escuela Internacional de Ciencias de la Salud), personalmente esperaba algo menos cutre y casposo. Como detalle, no había nombres de ponentes en la mesa sino que estaban los nombres de los partidos políticos pegados en los sillones dentro de portafolios de plástico (con agujeros y todo).
Para empezar , Máximo se hizo un autohomenaje tan extenso como incoherente e innecesario. Para eso ya tiene sus palmeros, su Wikipedia y su página web. Jugaba en casa y rodeado de amiguetes, pero podría habernos ahorrado la perorata, por manida y porque él no era el protagonista... Wikipedia Máximo G.Jurado Web Maximo G.Jurado
Máximo haciendo amigos
Sólo le falto decir que cuando Graham Bell inventó el teléfono, ya tenía varias llamadas perdidas de Máximo González Jurado. Yo creo que hasta habría colado, visto el fervor del respetable.
Víctor Aznar estuvo menos comunicativo, fiel al papel de actor secundario en esta gira de actuaciones que viene realizando con su amigo cordobés. Dejó una frase para la posteridad: "Somos el sindicato profesional con mayor representatividad en España. Algo habremos hecho bien ¿No?". Ya se sabe: mal de muchos...
Algo parecido decían en el PSOE y en el PP antes de los peores resultados de su historia (de momento).
Para que nadie se ponga celosón, tambíen dejamos el enlace a la Biografía de Víctor Aznar
Claro que si la pretendida legitimidad de la Mesa de la Profesión Enfermera (Máximo y Víctor) se fundamenta en los miles de votos (eviten la carcajada) que les sostienen, no se le puede negar legitimidad alguna a quien ha reunido millones de votos y ha ganado las elecciones (varias veces). Se les puede (aunque no se debe) insultar, pero no se puede cuestionar su legitimidad. No si además autoproclamas la tuya cual macho-alfa en la selva de Borneo.
Total, que Máximo enseguida comenzó a lanzar exabruptos, como al tratar el tema del incumplimiento que se está produciendo de la directiva europea de cualificaciones profesionales que España todavía no ha traspuesto. Claro que nadie se atrevió a abrir la boca para preguntarle por su papel en todo esto ¿Oiga y usted no se siente responsable de esta situación? ¿No le da que pensar el que nadie les haga ni puñetero caso? La autocrítica está muy bien, sobre todo para los demás.
O peor aún: ¿Por qué menciona a la Unión Europea cuando le conviene pero no para tratar la liberalización de los colegios profesionales? Ahí parece que la UE no interesa mentarla tanto, y que el gobierno mire para otro lado (aunque sea el PP) eso no es criticable. Bueno, un poco de Ley del Embudo y aquí no ha pasado nada.
¿O sí?: La Comisión Europea abre expediente disciplinario a España por no reformar los colegios profesionales
Para finalizar los ejercicios de estiramiento, y volviendo al eje del debate: la prescripción enfermera (aka la gran felonía traicionera del PP) Máximo les espetaba al resto de miembros de la mesa que en caso “de no encontrar la sensibilidad necesaria en los
partidos para elaborar esta ley, lo haríamos nosotros por iniciativa
legislativa popular". No tardó en venirse arriba y afirmar que no tiene problema alguno para reunir medio millón de firmas o incluso el millón si hace falta. Me sorprendió el temple de los contertulios para evitar soltar una carcajada ante semejante babayada.
La otra pata de la Mesa de la Profesión Enfermera, hizo hincapié en “el agravio comparativo a las enfermeras y lo
intolerable de la diferente protección durante el
embarazo de médicos y enfermeras, la exención de guardias a partir de
los 55 años, la aplicación diferente de la ley de incompatibilidades
para trabajar en la sanidad pública o privada, las retribuciones por
guardia, o “el impacto desigual de la crisis según la categoría
profesional”.
Tampoco ninguno de los allí presentes decidió perder diez segundos en preguntarle su papel en todo eso que denuncia. Aquí en Asturias, como en otros muchos sitios, su sindicato ha hecho siempre muy buenas migas con el de en frente, ese colectivo que se lleva todos los parabienes cual parábola del hijo pródigo. Aquí la noticia
Por otro lado, si te ves que pueden estar aprovechándose de ti...¿Para qué sigues con esas compañías? CEMSATSE
Hombre, ya de paso podía haber incidido en la necesidad de establecer un coeficiente reductor de la edad de jubilación para las enfermeras que trabajan a turnos o la apuesta por nuevas competencias y nichos laborales como la enfermera escolar. Tal vez, en otro debate, boda, bautizo o comunión...
Bueno, pues después del homenaje que se dieron los oganizadores y ante la enorme desilusión que supuso el no poder participar ni como asistente (ni VIP, ni como asociación científica, ni como asociación enfermera, ni como enfermera) ni tampoco como asistente virtual (formulando preguntas o comentarios a los ponentes o moderador). Vamos que hasta los Periscopes de Piqué tienen más fundamento que este simulacro. Al menos queda el ¿consuelo? de que nadie pudo hacer pregunta alguna, ni los propios miembros de la mesa. Vamos que debatir lo que se dice debatir... más bien nada.
Merece la pena señalar la extensa mesa que organizamos en Oviedo, con los miembros de los principales grupos políticos asturianos, donde sí que hubo un intenso debate, con las enfermeras presentes y en RRSS, sobre el rol de la enfermería en la sociedad actual.
El acto organizado por el CGE y SATSE, más bien parecía una encerrona para arrancar alguna declaración sobre el sempiterno tema de la prescripción y hacerse notar cerca de los resortes de poder. Lástima que en vez de estrechar lazos, nuestro líder se dedique a espantar a cualquiera que pase a su vera.
Llamativo fue que el representante de Ciudadanos comenzara su intervención exigiendo transparencia y democracia. Y lo hizo en la misma cara de Máximo y Víctor. Así, mencionó la necesidad de que las elecciones, en los colegios de enfermería, se publiciten. Toda una bofetada a la opacidad y triquiñuelas a las que nos tienen acostumbrados muchos colegios.
Víctor Aznar miraba hacia el horizonte como si el #atracoCODEM, una renovación de la Junta de Gobierno en unas elecciones cuya convocatoria está en los tribunales, no fuera con él. Por cierto, parece que hay una estrecha relación entre el SATSE y el CODEM. Es posible que en otros lugares también...
Al hablar de transparencia y democracia, se le encendió la bombilla a nuestro presidente y puso las elecciones al
pleno del CGE como el paroxismo de ejemplaridad democrática, bien es
cierto que mezclando términos (al igual que continente y contenido,
también confunde votos con avales) y evitando mencionar que precisamente
lo que no hubo fueron elecciones pues se proclamó, otra vez más, una
candidatura única. Vamos, la tónica habitual al hablar de reelecciones
en colegios de enfermería. Ya se sabe, no es lo mismo despacho-cracia que democracia... pero bueno, estamos sin duda en las mejores manos.
Mucha democracia y participación no es que
haya, no señor. Pero bueno tal vez confunda la soberanía popular con ser
un soberano muy popular, a la vista del enfervorecido público que
asistió a su faena, es lógico que pueda creerlo. También Jesulín de
Ubrique se creía un buen torero, nada que reprochar.
Aquí dejamos algún ejemplo más de ejemplaridad en colegios de enfermería, suponemos que Máximo esté al tanto de ello (en nuestro caso se lo hemos remitido, por registro de entrada, a su oficina)
Por no hacer mención de todo el sainete que lleva sonando con el proceso judicial sobre la legitimidad del propio presidente del CGE para poder optar al cargo:
Para cerrar este asunto, por aquello del que calla, otorga; hemos de señalar que las enfermeras no votan en el CGE. Sólo votan los Presidentes de los colegios (algunos con problemas judiciales referidos a sus propias elecciones). Las Juntas de Gobierno de estos colegios son las que han de avalar las candidaturas al CGE. Ni que decir que esas Juntas de Gobierno no parece que se hayan convocado para decidir con las enfermeras, y a quienes representan, qué listas avalar. Directamente e ignoro el mecanismo, dan su aval a este o a aquel (generalmente este o aquel es quien alguno decida).
Entrados en materia, y al
hablar de ratios enfermeros, me da pena ver que los políticos traguen
lo que les echen, cualquier afirmación o media verdad revestida de
estudio de medio pelo, la tragan acríticamente como si fuera verdad
revelada. lo digo porque , parece evidente que hacen falta más
enfermeras, pero no puede usarse las cifras y artículos que andan por
ahí como si fueran ciertos, sobre todo porque la propia OMS pide que no
se usen sus datos para comparar o extrapolarlos entre países, dada la
disparidad de criterios y metodología diferente que usan unos y otros.
Me da pena, no sólo por el engaño y manipulación al que se ven sometidos
los políticos (no seamos ingenuos, ellos se dejan enredar) sino porque
al ver cómo les venden la moto con este cuento la extraña pareja del
podólogo y el sindicalista, qué no harán otros colectivos con muchas y
mejores armas. Así se explica cómo les va a los demás y cómo nos va a
nosotros. "si, si, hacen falta muchas enfermeras, todas, pero que sigan
haciendo falta que tengo problemas más importantes que arreglar que las
cantinelas del calvo impertinente" pensarán mientras asienten con la
cabeza y le dan una palmadita en la espalda como al abuelo por navidad.
"El prestigio de la
profesión enfermera está por encima de la calidad de sus representantes y
las declaraciones de su presidente se califican por si solas", ha
señalado el CGCOM.
Como el propio Máximo reconoció: "Antes invitábamos a Ministros, a Consejeros de Estado... a la sede del CGE, hasta que dije basta. ¿Para qué? Si luego me engañaban y no cumplían los acuerdos". Lo dice así tan de sopetón que parece sacado de la hora chanante, y el tío se queda tan ancho. Como si su reconocida incompetencia fuera un mérito digno de alabanza.
De las especialidades, y el dislate que supone formar especialistas para que luego sean contratados como enfermeros generalistas ante la ausencia de categorías creadas, mejor no hablamos. Máximo González es Presidente no solo del CGE sino de la comisión de la única especialidad que sigue estancada en un lodazal, Enfermería Médico-Quirúrgica y
vocal del Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud. Será que la culpa es de los demás, también en este espinoso asunto. Dios mío, qué cruz ha de soportar este mártir de la enfermería, ni Tántalo, ni Prometeo, ni siquiera Sísifo.
Acabados los prolegómenos, se pasó a departir sobre el "infame Real Decreto “antiprescripción” enfermera
aprobado por el Gobierno, ese que pone en jaque las decisiones en
materia de medicamentos por parte de la enfermería y amenaza su
seguridad jurídica", todo ello en palabras del propio Máximo.
Como el tema era el que era, la mayor parte del tiempo, por si no había quedado clarinete en la invitación, se destinó al Rubicón del que algunos dicen "Faraón de Puente Genil" y su inseparable Don Víctor: la prescripción enfermera. Obviamente, y para eso estaban allí, todos los miembros acudieron al besamanos afirmando que el decreto sería destruido cual anillo de Sauron. Incluso la representante del PP anunció que habría que revisarlo, no sin antes disculparse por la molestias ocasionadas. Máximo, cual Ave César, le perdonó los desmanes que ella tenía que soportar obligada como estaba por la "disciplina de partido" a no expresarse con entera libertad sobre el asunto.
Disciplina y (auto)censura, máximo ejemplo de sometimiento a un líder. Definitivamente la cosa iba sobre ruedas.
Por si quedaba alguna duda, aquí reflejamos algunas de las perlas que soltó el amo del campo:
"Aquí no se debate nada", "Aquí las reglas las ponemos nosotros", “Es una falta de respeto para esta profesión entrar a revisar toda esta
norma que se tardó en consensuar seis años. Actualmente, no tenemos nada
que consensuar con nadie".
Aunque en un ataque de lucidez declamó, cual quijote cordobés, la frase del día: "están todos ustedes equivocados (a los políticos), salvo que lo esté yo".
Y seguía la racha: "Llevo toda la vida en esto", afirmación absolutamente veraz, como si fuese garantía de algo más que de un modo de vida (¿bien remunerado?).
"Puedo seguir hablando hasta mañana", "Hace falta liderazgo" ¿Se refiere tal vez al suyo?
"Yo he dado ejemplo de democracia y transparencia electoral: han ganado los que tenían que ganar". Pues menudo ejemplo, oiga.
Tampoco faltaron el victimismo y el recurso a la supuesta conspiración que hay contra su persona: "A mi se me persigue. Yo conozco los colegios del mundo entero. Son corporaciones de Derecho público y se nos persigue"
Para luego soltar la consabida coletilla de "El que no esté de acuerdo que acuda a la legislación administrativa"
Ya con la camisa rota, lanzó algunas consignas más, del tipo "la culpa de todo (lo mal que le va a la Enfermería) es del PP", no sin pasar por alto viejos éxitos como "El PP no quiere a la profesión enfermera" o "el Ministro (Alfonso Alonso PP) es un cobarde".
Incluso remezclas: "El PP es el partido de los médicos y, además, de los médicos muy de derechas".
A esta melodía anti-facha tambíen se sumó, cual corista de Pitbull, el líder del SATSE: la culpa de cualquier cosa es del PP.
Por si aún quedaba algún atisbo de duda de que cualquier problema (presente, pasado o futuro) de la Enfermería es exclusiva responsabilidad de cualquiera menos del propio Máximo y de su compañero Víctor, éste afirmó que "todos los Ministros de Sanidad que hemos tenido en democracia, da igual las siglas, han sido todos unos inútiles".
La culpa, nuevamente, es de los demás. Que mala suerte tienen miles y miles de enfermeras, y sobre todo su presidente.
Ya lo manifestamos alguna vez, el problema de que la culpa sea siempre de los demás es que la solución nunca estará en tus manos. Pero eso tal vez no importe, al menos a algunos parece no importunarles.
Hubo un solo momento en todo el evento en que a Máximo le pillaron a contrapie: cuando el portavoz de Ciudadanos incidió en señalar que no es necesario que les enfermeras realicen cursos (del SATSE o del colegio=CGE=Escuela de Ciencias de la Salud) o tengan que acreditarse (ante el colegio=CGE) para poder prescribir, al igual que pasa con el resto de colectivos (incluidos los podólogos). No se le movió ni un sólo pelo, si el problema son los cursos, se quitan y punto. Total se pusieron por culpa de los médicos (se supone que sobre todo por los muy de derechas).
Asunto arreglado... salvo cuando apostilló lo de que los nuevos titulados (los graduados en Enfermería) sí tienen las competencias adquiridas para prescribir. El resto... mucho me temo que tengan que pasar obligatoriamente por (su) caja.
Conclusión:
Cada uno habló de lo suyo, y Máx&SATSE (sobre todo) de la prescripción. Muy buenas intenciones y hasta otra amigos. Lo que ha quedado claro en todo esto es que el paciente no es, ni de lejos, el centro del sistema (ni de la galaxia Máx&SATSE). Decir eso es lo mismo que decir que el centro de América es Panamá.
No queremos pecar de parcialismo, por eso dejamos el enlace que del fallido debate han colgado los organizadores en su web. Sobre todo, por el enorme respeto que nos merecen los representantes de los grupos políticos que sí asistieron y participaron en el evento.
PD: Es necesario señalar que es totalmente lícita y elogiable la defensa que cualquier sindicato haga de los intereses de sus afiliados, pues a quienes representa.
Muy distinto es el papel de los colegios de enfermería o del propio CGE pues, a diferencia de los sindicatos, sí que es obligatorio pertenecer a ellos.
Por ello resulta extraña la pretendida representación de la mesa de la profesión enfermera, que incluye al CGE (representa per se a todas las enfermeras) y a un sólo sindicato (representa exclusivamente a sus afiliados).
Parece tan redundante e innecesario como si para comprar una merluza fresca, te dan la opción de ir a la pescadería o a la "mesa del pescado" (compuesta por el mismo pescadero de antes, más un bailaor de flamenco).
Nota: Este artículo expresa exclusivamente la visión y opinión del autor sobre el debate 26J Compromiso político con la Enfermería los entrecomillados pueden no ajustarse textualmente a lo manifestado. Se trata de referencias escritas tratando de captar las ideas y las opiniones expresadas. Se ha tratado de conservar el mayor rigor al emplear este recurso, intentando reflejar el sentido de las afirmaciones vertidas por los participantes en el acto. Cualquier manifestación que sea incorrecta o referencia cuyo protagonista desee modificar o suprimir, puede contactar con los administradores de este blog para proceder en consecuencia.En cualquier caso insertamos el vídeo íntegro del evento.
No seré yo quien diga que las plantillas de enfermería están sobradas. Ni mucho menos, eso lo sé yo que me dedico a la función asistencial y lo sabe cualquiera con dos ojos en la cara. Tampoco seré yo quien deje de reivindicar nuevas competencias y nuevos nichos de trabajo (y labor a la sociedad) como el de la enfermera en los colegios o institutos. Algo que llevo reclamando desde hace varios años.
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